El bueno de Enrich. Uno de esos secundarios que "siempre han estado ahí". Su estilo, a ratos, parece demasiado dulce para ser brugueriano (como su humor). La amiga de los animales nunca me gustó, pero le concedo el mérito del Caco Bonifacio. Innegable.
Sin duda otro autor al que no se le ha hecho justicia. Es digno de alabar cómo en sus inicios llevó las riendas del nuevo Tio Vivo tras la repesca de los cinco grandes de la historieta por Bruguera, para en poco tiempo pasar él también al redil de Rafael González.
A mí es un autor que me encanta en chistes, aunque también me agrada en sus historietas de Bonifacio, Toribio conserje, Leoncio y en esta Montse ya de su última época, más dirigida a otro público más infantil.
Con esta portada sí que quiero romper una lanza en favor de este olvidado autor y por eso digo: ¡Olé por Enrich!. Por cierto, ¿sabían que fue cuñado de Cifré?
Pues no tenía en mente lo de su parentesco con Cifré, pero al decirlo tú, me ha empezado a sonar algo. Enrich, como tantos otros, vio malogrado un talento (que creo que no llegó a despuntar) por plegarse a directrices editoriales. Los modelos a copiar, como señala el señor Rovira en el blog de los Burgomaestres, eran evidentes. Yo encontré una historieta de Enrich de 1969 que es un calco casi total de una de Ibáñez de 1964 (aunque de Ibáñez sólo se hable cuando copia a los otros, no cuando lo copian a él). No obstante, reitero mi opinión: el trazo y el humor de Enrich me parece muy dulce para ser Brugueriano.
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El bueno de Enrich. Uno de esos secundarios que "siempre han estado ahí".
Su estilo, a ratos, parece demasiado dulce para ser brugueriano (como su humor).
La amiga de los animales nunca me gustó, pero le concedo el mérito del Caco Bonifacio. Innegable.
Sin duda otro autor al que no se le ha hecho justicia. Es digno de alabar cómo en sus inicios llevó las riendas del nuevo Tio Vivo tras la repesca de los cinco grandes de la historieta por Bruguera, para en poco tiempo pasar él también al redil de Rafael González.
A mí es un autor que me encanta en chistes, aunque también me agrada en sus historietas de Bonifacio, Toribio conserje, Leoncio y en esta Montse ya de su última época, más dirigida a otro público más infantil.
Con esta portada sí que quiero romper una lanza en favor de este olvidado autor y por eso digo: ¡Olé por Enrich!. Por cierto, ¿sabían que fue cuñado de Cifré?
Pues no tenía en mente lo de su parentesco con Cifré, pero al decirlo tú, me ha empezado a sonar algo.
Enrich, como tantos otros, vio malogrado un talento (que creo que no llegó a despuntar) por plegarse a directrices editoriales.
Los modelos a copiar, como señala el señor Rovira en el blog de los Burgomaestres, eran evidentes.
Yo encontré una historieta de Enrich de 1969 que es un calco casi total de una de Ibáñez de 1964 (aunque de Ibáñez sólo se hable cuando copia a los otros, no cuando lo copian a él).
No obstante, reitero mi opinión: el trazo y el humor de Enrich me parece muy dulce para ser Brugueriano.
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