Jajaja, me encanta la ironía del maestro Escobar. Y qué pinta la de esos dos tipos...imposible ser más representativos de la España franquista, con su bigotito, calvita... Por cierto, esta historieta ¿A qué personaje pertenece?
Sí, los personajes están muy conseguidos. La viñeta pertenece a la historieta larga de Zipi y Zape "Estrellas de la publicidad", uno de esos intentos ya comentados de seguir la tendencia de álbumes franco-belga de principios de los 70, que en el caso de Escobar no llegó a la importancia de Ibáñez, pero nos dejó grandes curiosidades con los Zapatilla enfrascados en historias seriadas.
Hola, soy el otro burgo. Escobar, en efecto, era muy, pero que muy humorista y en esta viñeta lo prueba fehacientemente. ¡Bravo por la selección, amigo Gordito!
Lo que me gusta es que no hay doble intención, ni enfado ni siquiera resignación por parte del paciente, sino que enuncia una opinión de la que podemos suponer las características de ese personaje en otros ámbitos de su vida.
8 Comments:
Jajaja, me encanta la ironía del maestro Escobar.
Y qué pinta la de esos dos tipos...imposible ser más representativos de la España franquista, con su bigotito, calvita...
Por cierto, esta historieta ¿A qué personaje pertenece?
Sí, los personajes están muy conseguidos. La viñeta pertenece a la historieta larga de Zipi y Zape "Estrellas de la publicidad", uno de esos intentos ya comentados de seguir la tendencia de álbumes franco-belga de principios de los 70, que en el caso de Escobar no llegó a la importancia de Ibáñez, pero nos dejó grandes curiosidades con los Zapatilla enfrascados en historias seriadas.
La ocurrencia es muy divertida. La verdad es que Escobar era muy humorista, lo que no es moco de pavo.
Jaja, y la expresión "moco de pavo" es muy Escobar.
Sí, es de tomo y lomo, galopín.
Cierto, esa "tampoco es manca".
Hola, soy el otro burgo. Escobar, en efecto, era muy, pero que muy humorista y en esta viñeta lo prueba fehacientemente. ¡Bravo por la selección, amigo Gordito!
Lo que me gusta es que no hay doble intención, ni enfado ni siquiera resignación por parte del paciente, sino que enuncia una opinión de la que podemos suponer las características de ese personaje en otros ámbitos de su vida.
Es muy escobariano.
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